Qué son los Cuidados Paliativos?

 

A pesar del vertiginoso avance de la medicina en todos sus campos, los límites de la ciencia médica son enormes, especialmente en enfermedades como el cáncer, enfermedades degenerativas del SNC y algunas patologías respiratorias; con la tecnología y los incrementos conseguidos en la supervivencia, una gran mayoría de estos pacientes evolucionan hacia una fase de incurabilidad de la enfermedad, fase terminal con toda una serie de problemas tanto físicos, como emocionales y sociales, y con un elevado consumo de recursos sanitarios, lo que ha obligado a los sistemas de salud a buscar nuevas fórmulas asistenciales que mejoren la atención de estos pacientes y aseguren una eficiente utilización de los recursos disponibles.

 

Desde el S. XIX, con la revolución industrial hemos asistido al progresivo avance de la medicina y su lucha marcada contra la enfermedad, con un objetivo curativo (modelo científico-técnico), y se ha olvidado el ideal “sanador” (modelo bio-psicosocial), algo que los médicos antiguos tenían muy presente: muchas veces se veían incapaces para curar y entonces, se dedicaban al consuelo y apoyo del enfermo.

 

Una persona, cuando se encuentra en una fase de la enfermedad, cuya característica principal, es la amenaza constante de la muerte, requiere de una atención específica y especial. La medicina técnica, en su afán de “curar”, no da una respuesta adecuada a las necesidades de estos enfermos, en quienes toma un papel más importante, no el “curar”, más bien el “cuidar” y el “sanar”.

 

En la página sobre “Antropología de la muerte”, cuento cómo comenzó el cuidado a los enfermos incurables. Inicialmente en los s. XVI y XVII los monasterios se hacían cargo de las personas incapacitadas y enfermos, eran el lugar en donde pasar los últimos momentos. Después cuando la medicina empezó a desarrollarse les llevaban a los hospitales, pero moría mucha gente sobretodo por infecciones, por lo los hospitales eran también lugares para morir.

 

Después de la segunda guerra mundial, cuando los hospitales adquieren mejores condiciones, porque se comenzaron a tratar las infecciones, mucha gente salía sana y los que morían pasaron a considerarse fracasos médicos.

 

En 1842 una monja francesa empezó el cuidado de los moribundos, continuaron la labor monjas irlandesas que abrieron Hospices en Berlin.

La palabra Hospice deriva del latín  hospicium que significa “acoger a un invitado o extraño”. 

 

Pero realmente, la atención especializada a los enfermos al final de la vida, comenzó con Cicely Saunders, quien en 1967 fundó el Saint Christopher Hospice. Ella entabló una profunda amistad con un refugiado polaco, moribundo; hablaban de cual sería la mejor situación para un enfermo terminal y de aquí nació una filosofía.

 

Con la fundación en 1967, del St. Christopher´s Hospice, en Londres, por Cicely Saunders, se marca el inicio del movimiento Hospice moderno, y con el, la atención especializada a los enfermos terminales. Fueron los impulsores del movimiento Hospice los primeros en poner de manifiesto que la medicina tecnológica no respondía adecuadamente a las necesidades de los enfermos enfrentados a la última fase de la vida. Y de aquí derivan los Cuidados Paliativos, tal y como los entendemos hoy en día.

 

El movimiento de los cuidados paliativos ha tenido el mérito de recordar que el enfermo es una persona y el moribundo un ser vivo. Con su modelo humanístico, intenta comprender y aceptar la vulnerabilidad, la declinación y el final de la vida humana; basándose en una ética del cuidado, proporciona bienestar y soporte continuado hasta el último instante de la vida.

 

La filosofía del tratamiento paliativo es la de acompañar al enfermo hacia una muerte digna; teniendo en cuenta que la calidad de vida y la dignidad,  son totalmente subjetivas, expresan un juicio de valor, y las determina la propia persona de acuerdo a sus vivencias e historia personal. Es el enfermo quien debe decidir qué es dignidad y cuál es la calidad de vida que desea tener; y a nosotros, los que formamos parte del equipo de cuidados (en el cual se incluye a la familia), nos corresponde  atender a las necesidades del paciente.